domingo, 3 de mayo de 2020

Oris Big Crown Propilot x



Oris fue fundada por Paul Cattin y Georges Christian en la ciudad Suiza de Hölstein . Compraron la fábrica de relojes Lohner & Co, recientemente cerrada, y el 1 de junio de 1904 los dos hombres firmaron un contrato con el alcalde local. Llamaron a su nueva compañía de relojes Oris en honor a un arroyo cercano, y comenzaron la fabricación industrial de relojes de bolsillo . En su año de fundación, Oris empleó a 67 personas.
En 1906, la empresa abrió una planta de ensamblaje y una segunda fábrica en el pueblo cercano de Holderbank . Otra fábrica siguió en Como en 1908. En 1911, Oris se había convertido en el mayor empleador en Hölstein, con más de 300 trabajadores. Para atraer a más relojeros, construyó casas y apartamentos para su personal, y se expandió para que en 1929 tuviera fábricas adicionales en Courgenay (1916), Herbetswil (1925) y Ziefen (1925).

Detalles


Como se aprecia este Oris usa un calibre esqueletado, que es más complicado de lo que parece. A la delicadeza mecánica del motor hay que añadirle el factor de ausencia: todo el material que se elimina resta sustento al movimiento, por lo que se debe calcular muy bien cuánto se quita y cuánto se queda para evitar vibraciones y saltos indeseados que afecten a su desempeño. Y que además resulte atractivo. Yo creo que podemos decir que el Oris Big Crown ProPilot X es un éxito en ese sentido.

Lo que más llama la atención cuando ves el calibre es el gigantesco barrilete. En la mayoría de los relojes una reserva de marcha de 10 días viene dada por el trabajo conjunto de al menos 2 barriletes. Pero en el caso de Oris lo consigue gracias a uno solo. El indicador de reserva de marcha aparece a la derecha de la esfera del Oris Big Crown ProPilot X, como en todos los relojes que se mueven gracias al calibre 115.


Dimensiones y Precio


La caja tiene 44 mm de diámetro y está fabricada en un titanio ultraligero. Mantiene el mismo bisel estriado, inspirado en los álabes de una turbina, y la gran corona protegida. La esfera incluye un pequeño segundero y el indicador de reserva de marcha. Afortunadamente las manecillas y los indicadores horarios están tratados con Super-LumiNova.
Otra de las características de este Oris Big Crown ProPilot X es el brazalete, diseñado a propósito para él y que resulta francamente atractivo. Es difícil ser original en los brazaletes, y Oris ha conseguido un diseño que se integra perfectamente y refuerza la potencia del modelo. También está disponible con una correa de piel, pero yo creo la mejor opción es el metal.
El Oris Big Crown ProPilot X ya está disponible, y es el reloj más caro de la casa: la versión con correa de piel tiene un precio de 6.500 euros, mientras que la versión con brazalete cuesta 6.900 euros.

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